Estas dos herramientas ofrecen una serie de ventajas e inconvenientes:
En primer lugar, entre las ventajas están que los niños pueden aprender jugando, una manera más divertida de aprender que escuchando clases teóricas. Además, ayudan al docente ya que tras haber estado hablando por mucho tiempo puede recurrir a estas herramientas para descansar un rato y hacer trabajar a los alumnos por su cuenta. Por último, dan la posibilidad de trabajar con cualquiera de las asignaturas por lo que puede haber una variedad de actividades diversas con las que los niños pueden aprender mucho.
En segundo lugar, algunos inconvenientes son que se depende de la tecnología para la realización de las actividades, por lo que cualquier error en el ordenador perjudica a todo el alumnado a la hora de realizar las tareas, pueden producir daños en la vista de los alumnos y profesorado y también está la posibilidad de que se generen adicciones por parte del alumnado.
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